jueves, 23 de junio de 2011

Imposible

Como querer salir de aquí. Salir de esto.
Como querer cambiar lo inevitable. Como pretender sobrevivir al torbellino que arde cada día en la impotencia.

Imposible.
Como poder articular la rabia que inspiran ciertas ansias de control.

Es imposible. Imposible.
Imposible salir de la angustia ahora. Ahora que el agua está por la frente y los pulmones solo saben ahogarse en aguas salvajes.

Salir de aquí. Salir de aquí. Salir de aquí.
¡Parece una frase tan fácil de decir...! Y en cambio que desánimo, que tristeza, cuando te das cuenta de que estás atrapado hasta los huesos. Que te cuelgan cadenas de cada pelo y que hay candados tras cada puerta.

Y mientras te intentas liberar de esas esposas sueñas con playas de arena blanca. Con costas infinitas por donde andar y solo andar. Con orillas en las que perderte para siempre contemplando como se pone el sol dibujando en el cielo una manta desteñida de colores.
Y hay un pájaro en el cielo que vuela libre, solo vuela, sin ninguna otra sensación que la de volar.
Y tú lo admiras mientras sientes que la arena bajo tus piernas se deshace y te quedas sobre un colchón de espinas que te arrancan verdades de cada víscera de tu realidad. Que está a años luz de aquella playa. Que está acotada por barrotes oxidados.

¿Y en ésta rutina dónde colocaron la salida de emergencia?

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