sábado, 5 de marzo de 2011

Colmillos

-¿Y bien?
-No me voy a andar con rodeos. Me he dado cuenta de que no me quiero involucrar más. Lo tenía muy claro antes de que irrumpieses en mi vida. Nada de complicaciones. Nada de dependencias. Solo yo. Puede que suene duro o cobarde. Bien, puede que sea ambas cosas.
Pero tenía muy claro como iba a vivir mi vida después de él. Sola y acompañada por lapsos de amor de una noche.
No dependiendo de mis sentimientos. Que fuesen ellos los que dependiesen de mi. 
Por eso no puedo permitirme enamorarme. Eso descontrola al corazón. Lo vuelve caprichoso y quejica. Y no me gusta verlo así. Ahora lo quiero metódico. Limpio. Responsable. Nada de latidos más fuertes que otros. Un ritmo acompasado y constante.
-¿Estas racionalizando sobre sentimientos? Ui pequeña, yo respeto tu decisión, pero creo que es más grave de lo que imaginas. Y a la vez halagador. Solo el hecho de que creas que te puedo causar daño ya quiere decir que te importo. Y si encima dejas de lado al sentimiento por excelencia es que crees que te importo más de la cuenta.
-Tal vez simplemente sea previsora.
-Tal vez. Porque sino ya sería tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario