sábado, 17 de septiembre de 2011

Pero...

Pero...¿A qué día estamos?
¿Como va el mundo?
¿Qué es el bien?
¿Existe la felicidad?
Pero... Espera, ¿Eso qué importa?
Hoy hace una noche estupenda. La ventana se puede abrir aun con las luces encendidas sin que entren polillas.
Huele a madera nueva la habitación. ¿Hay un olor más delicioso?

Las noches como hoy me apasionan. Parece que el universo tiene una armonía especial.
Parece que los problemas se han superado.
Parece que por fin hay un perfecto equilibro entre lo bueno y lo malo.
Así que me encierro en mi cueva amarilla palo, pongo una película que me evade y me resguardo entre los tonos beige de mi sillón recién nacido.
"Vicky, Cristina, Barcelona" es una buena opción.
¿Gin-tonic a solas? Bah, estoy de vacaciones. Estoy feliz.
Todo ira bien.
Sí, es esa frase: todo ira bien.
¿Se puede pedir más que la certeza de que todo ira bien? No, ni en sueños.
Mejor en la realidad, que sigue un patrón, que se puede controlar.
Respiro. Cierro los ojos. El aire entra tan puro que me retuerzo del gusto.
Sonrió.

Las noches a solas puedes ser devastadoras cuando uno no tiene las riendas cogidas con fuerza. Pero hoy me agarro a ellas con la convicción de que el control es mío.

Sí, hoy todo ira bien.

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