martes, 5 de abril de 2011

Se cierra el telón

Llega un día en el que ves el mundo con otros ojos.
Abres la mirada, nada es lo mismo que ayer.
Ayer creías que había esperanza en el sistema al fin y al cabo. Hoy simplemente sabes que no.
A mi dejadme de amor y de celos. Porque los celos son la victoria de la inseguridad y la necedad. Si puedes disfrutar del amor; si tienes el poder de sentir el de verdad en tu mano, ni se te pase por la cabeza contaminarlo con dudas.
A mi dejadme de derechas o de izquierdas, porque en el fondo son todos hijos de la misma puta.
Sí, y dejaron de tener sentido en los años ochenta. Los gorrones que se follarán tu trabajo van a ser iguales sin importar el lado en el que lleven la raya del pelo.
Así que a mi dejadme de tonterías y de ideologías basadas en cenizas.

Yo me baso en hechos. Me baso en frases que me han dejado helada, en situaciones que me han dado verdadero miedo. Me baso en las enseñanzas de Ramón Lobo y en lo que vio mientras era corresponsal de guerra.
"Un padre de barba negra y expresión muerta entrega a su hijita a un enfermero. En la camisa le queda impresa una huella de masa encefálica." (El héroe inexistente)
Me baso en la más absoluta decadencia humana. En el odio puro.
Me baso en eso. En la muerte en vida. O mucho peor; en cuando la vida es peor que la muerte.
En cuando la vida de alguien solo son lagrimas y pústulas. En cuando el ser humano consigue ensordecer a naciones enteras solo por odio. Por locura.
Así que a mi dejadme de gilipolleces. A mi dejadme de pensiones y de petróleo. A mi dejadme de hablar de si le descuentan un euro a los funcionarios o de si fulano de tal se ha beneficiado al hijo del perro de fulana de tal.

Porque como no deje de escuchar tanta conversación de idiotas, como no deje de sentir decepción desde que enciendo la tele por la mañana hasta que apago mi vida por la noche, voy a acabar por volverme sordociegamuda. Voy a acabar por no querer probar ni un pedazo más de ese pastel de parásitos que tenemos que catar cada día.
La gente cree que siempre hay alguien que lleva razón. Es el problema del "analfabestismo" de este mundo.
Porque así van a acabar consiguiendo que se lo crean.

"El problema no es tanto la imbecilidad, pues ésta siempre existió; el verdadero problema es que hoy esa imbecilidad piensa".
Jean Cocteau

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