lunes, 16 de enero de 2012

Intento número uno

"No, no abras la boca. No hace falta que lo digas. Ya lo dices de otro modo. Pero cómo ¿No lo entiendes?
Es normal. Es humano. Todos erramos. Todos cometemos el error de dejar algo de lado.
No, no me mires. Me quieres mirar por dentro y eso no se consigue con los ojos. Mírame mejor con un beso. Ah, que tienes miedo. No pasa nada, todos lo tenemos. Sabemos que un beso es la respuesta a esta duda que, por otra parte es nuestra única esperanza. Pero hazlo, bésame.
...
Y ahora entonces, ¿qué hacemos? Sí, los dos pensamos lo mismo. No, no lo sentencies. Dejemos en el aire la nueva duda de separarnos por evitar morir de amor o porque simplemente no nos amamos."

Y entonces recuerda aun mas lejos. Aun mas lejos. Cuando el aire soplaba gélido y las noches se convertían en antorchas encendidas al son de una cancion inventada por dos corazones que latían a un ritmo frenético.

"No, no abras la boca. No hace falta que lo digas. Ya lo dices de otro modo. Ya me estás diciendo a gritos con tus manos que me quieres. ¿Y tú, no escuchas a mis ojos cantar de alegría? ¿No sientes la percusión de ese músculo que bombea emociones al ritmo de semicorcheas? Sí, también escucho el tuyo. Y parece que el compás aumenta cuando te acaricio el brazo. Y sigo subiendo. Y sigo subiendo.
Algo flota. ¿Seré yo? Tal vez esté tan ligera cuando te siento cerca que me quedo sin las presiones que me atan al suelo y entonces vuelo. Sí, me haces volar. Vuela conmigo."

Pero... Aire.
Ahora todo eso es aire. Es nada. Es pasado. Es nada. Es recuerdo. Es nada.
Y entonces una espina intravenosa se apodera de un canal y le recorre todo el cuerpo.
Qué ocurrió. Qué apagó aquella llama tan eterna. Qué hizo que las manecillas del reloj volviesen a hacer "tic tac" de nuevo.
Habían parado el tiempo. Habían encontrado la forma. El tiempo no pasa si el sentimiento permanece inmutable, no, no pasa en ese aspecto.

"¿Y qué hicimos? Podríamos haber sido eternos y nos quedamos en mortales. No, yo tampoco lo entiendo. ¿Cuándo decidimos poner en marcha el contador? ¿Que ocurrió? ¿Se nos escapó aquella duda del bolsillo y salió disparada a darle la vuelta al reloj de arena? ¿O fue aquel grito? ¿O aquella mentira? Sí. Puede que fuesen todos. O, imagínate, puede que fuésemos nosotros... No, yo tampoco lo creo. Es imposible. Nosotros éramos eternos... Nos lo arrebataron. Sí. Tuvo que ser eso. Fue esa duda, y aquel reloj hizo el resto."

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